lunes, 5 de enero de 2009

Otro añito que se nos fue

El año viejo se nos va y nos encontramos con el nuevo, esto se suele celebrar con fiestones por todo lo alto. La cena familiar nochevieja por lo general es bastante parecida a la de nochebuena solo que el 24 no cenamos con la presion de acabar pronto para comernos las uvas. Tras la cena, division de opiniones, ¿donde nos las comemos? normalmente como buenos seres civilizamos esperamos al último instante para decidir esto. ¿A la plaza o por la tele? ¡Vamos que ya no llegamos! Tiramos hacia la plaza llegamos corriendo y empezamos a oir al reloj pero ¿son las campanadas o los cuartos? Todos los años el mismo problema, que digo yo: ¿que costaria suprimir los cuartos y evitar confusiones? en fin, que empiezas a comertelas y ves que la vieja de delante ya esta acabando y a ti te quedan muchas, asi que pasas al plan B, comerlas a 2 a 2. Consigues tan solo empatar con la vieja y acabar un par de campanadas antes de la cuenta. Aun con las uvas en la boca descorchas el champán y comienzas a bañar a diestro y siniestro, te cebas en especial con las que tienen pinta de haber ido a la peluquería para esa noche y allí acaba todo dios oliendo a vinagrera. Tras esto toca felicitar el año a amigos, familia etc.
Tras un baño en colonia te dirijes a una de las inumerables fiestas que tienen lugar esa noche:

-Macrocotillón: fiestón organizado que cuesta un ojo de la cara y parte del otro la entrada para estar como sardinas en lata dentro pero tienes el consuelo de que tienes barra libre y además son tan amables de regalarte un gorrito y un matasuegras de los que sobraron de la fiesta de carnaval. En estas fiestas la gente se desmadra más de la cuenta ya que quieren amortizar a toda costa los 50 o 60 euros que se han dejado en la entrada y claro pasa lo que pasa todos acaban pagandolo con las pobres baldosas que son las más perjudicadas, la que no tiene whisky tiene vómito en el cual se distinguen las 12 uvas casi enteras.

-Fiesta en un local con colegas: los colegas y tu poneis pasta, comprais bebida y alquiláis un local o un bar para para pasar el fin de año, este caso es muy parecido al anterior solo que hay mas aire para respirar. Estas fiestas tienen la peculiaridad de que nunca acaban los que empiezan, va desapareciendo la gente no se sabe como a lo largo de la noche y va llegando peña que tu no habias visto en tu vida y que de pronto te encuentras bailando una conga con ellos y con los del local vecino y estos a su vez con los del siguiente.... cuando te vienes a dar cuenta estais todos por el suelo porque acabas de tener un accidente cuando tu conga chocó frontalmente con la conga del pueblo de al lado. En estas fiestas tambien se pillan grandes cogorzas pero siempre queda el consuelo de que seguro que hay alguien que va peor que tu.

- De bares: no os a dado la gana de meteos en ninguna fiesta o vuestro presupuesto es limitado asi que optais por hacer como todos los findes, ir de un bar a otro con la diferencia de que por ser 31 las copas valen un 50% más caras, ya se sabe, el típico impuesto de nochevieja. Al final te vienes a gastar practicamente lo mismo que en una fiesta y encima lo disfrutas menos.

- En la puta calle: una opción más económica pero fria, aunque nos garantiza que lo que nos vamos a beber no es garrafón. La mayoria de los que optan por esta opción luego se convierten en acoplados inesperados de las segundas.

- Quedarse en casa: quizás la opción mas apropiada para la salud y la crisis pero también la más aburrida. Ya sea porque no te gustan las fiestas, porque no te apetece salir, porque no tienes pasta o porque simplemente te diviertes viendo los especiales de nochevieja en el sofá esta es tu opción. Aunque en el fondo siempre queda ese pensamiento de ¿Y por qué no habré salido?

Y para terminar la noche, ¿qué mejor que unos buenos churros? algunos para culminar el ciego que llevan y otros para despejarse un poco y calmar el estómago antes de irse a la cama cuando son ya las 8 menos cuarto de la mañana. Cuando te despiertas por la tarde sobre las 6 estás desorientado, con un resacón de narices, no sabes ni que dia es ni que hiciste la noche anterior, menos mal que siempre nos quedarán las fotos en las que dices: ¿Y así iba yo anoche? ¡La lexe!
Y con este paso completamos la rutina de cada nochevieja: la cena, las uvas, la fiesta y la post fiesta para acabar todo en una resaca del carajo. Feliz año a todos!